Hay veces que tu sistema de soporte te ayuda a encontrar sentido a las cosas que te están pasando, pero muchas veces la necesidad de entender el por qué nos oprime.  La muerte para mí siempre ha sido algo muy difícil de entender y después de varios sucesos el pasado año, la incertidumbre del no comprender me agobiaba. Como si tuviese todo el tiempo del mundo, Magda, se sentó conmigo por horas y hablamos de cosas que ambas sabíamos y muchas más que solo sabía yo y ella me las presentó como si las hubiera vivido. La manera que me hablo de ese ser que siempre me acompaña, como me explicó el rito de paso que estoy viviendo como mamá y de todas las cosas que me esperan cuando ponga mi ser como prioridad, no solo me han traído una paz inmensa, sino que me ha abierto a oportunidades que no creía posibles. Siempre le digo: “Gracias por la luz” y es que, en realidad, eso es lo que he recibido de ella luz y tranquilidad. Mucho éxito amiga. Un abrazo